Artistas de todas las disciplinas descubren que la IA
puede disolver las barreras del proceso creativo, ofreciendo soluciones estilísticas y temáticas insospechadas. En la pintura, por ejemplo, se utilizan algoritmos de IA para
recombinar colores y formas en maneras novedosas, mientras que en la música,
modelos como MuseNet componen melodías que fusionan géneros y épocas sin precedentes.